La economía, migración y la seguridad pública preocupan a los votantes hispanos.
Por: Nicol León Arge, Ana María Betancourt Ovalle, María Fernanda Alarcón, Óscar Flores, Adelina Romero, Ilvea Lezama, Maggie Morett, Leyrian Colón Santiago y Gretchen Lembcke Peña
Afuera de las escuelas y las bibliotecas de Mott Haven, Corona y Elmhurst había dominicanos, peruanos, puertorriqueños, ecuatorianos, y de muchos otros países de Latinoamérica. Algunos llegaron a Estados Unidos hace décadas y este martes 5 de noviembre votaron por primera vez. Otros llevan más de 40 años sufragando. Acudieron a las urnas para elegir al próximo presidente de Estados Unidos y legisladores de Nueva York.
Algunos votantes se inclinaron por la demócrata Kamala Harris con la esperanza de que ayudaría a la comunidad latina y a que se respeten los derechos reproductivos de las mujeres. Otros prefirieron al republicano Donald Trump porque piensan que mejorará la economía.
“Me gusta votar para un mejor porvenir”, dijo María Peña, de nacionalidad dominicana, quien emigró a los Estados Unidos en 1974. “Es bueno que salga todo el mundo a votar para ejercer su derecho, su derecho a lo que opinan, a lo que quieren”.
Durante la jornada electoral del martes, reporteros de El Deadline visitaron centros de votación en vecindarios de Nueva York con una alta concentración de las comunidades latinas: Corona y Jackson Heights, en Queens; Washington Heights, al norte de Manhattan; y Mott Haven, en el sur del Bronx. Los reporteros conversaron con votantes sobre sus motivaciones, sus opiniones de ambos candidatos presidenciales y sobre las consultas populares o enmiendas presentadas por el gobierno estatal y local.
Estos neoyorquinos son parte de los 36,2 millones de latinos en Estados Unidos que estuvieron habilitados para votar en las elecciones generales del martes, 4,4 millones más que en los comicios de 2020, según el Pew Research Center. Los latinos son el segundo grupo más grande de votantes elegibles del país.
El miércoles por la madrugada, Trump fue declarado el ganador preliminar de las elecciones, según varias proyecciones, incluyendo de la Prensa Asociada. Harris fue la candidata más votada en la ciudad de Nueva York, con más de 1 millón 600 mil votos, de acuerdo con los resultados preliminares del New York City Boards of Elections.
En el estado de Nueva York, los comicios iniciaron el 26 de octubre, con la votación temprana o por correo, y culminaron el martes a las 9 de la noche. Además de elegir entre la dupla del expresidente Trump y el candidato a vicepresidente J.D. Vance o la fórmula de la actual vicepresidenta Harris y el candidato a vicepresidente Tim Walz, los votantes de Nueva York escogieron a miembros del Senado y la Cámara de Representantes. También decidieron en elecciones si aprobaban o no una enmienda presentada por la gobernadora Kathy Hochul y cinco presentadas por el alcalde Eric Adams.
En Nueva York, conocida por ser una ciudad santuario para los migrantes latinos (es decir, que protege a las personas migrantes de ser deportadas o detenidas por las autoridades migratorias), se proyectaba que 992.000 integrantes de esta comunidad iban a ejercer su derecho al voto, según un informe del Directorio Nacional de Oficiales Latinos Elegidos (NALEO).
El perfil de los candidatos presidenciales movilizó votos latinos
Napoleón Méndez, un inmigrante dominicano de 65 años que llegó a EEUU cuando era un niño, dijo que ha votado en la escuela Juan Pablo Duarte de Washington Heights por las últimas tres décadas. “Yo siempre he votado. (…) Me interesa mucho la política”, contó Méndez momentos después de ejercer el voto y mostrando el tradicional sticker con la frase ‘I voted’ que entregan en los centros de votación.
“Por supuesto (voté) por Kamala [Harris], porque se necesita un cambio y hay que darle una oportunidad”, dijo Mendez, quien trabaja como auxiliar de vuelo. “No solo porque sea mujer, sino porque tiene la capacidad. La persona está capacitada, y creo que se puede identificar más con nosotros, sobre todo la clase media y la clase latina.”
Méndez dijo que su esperanza es que baje la tasa de criminalidad y haya más orden en Nueva York, y espera que quien resulte electo presidente ayude a que esto pase. “(Mi mayor miedo es) que siga aumentando la delincuencia y que no puedan controlar la situación”, comentó.
Asimismo, el perfil de Harris como una mujer que viene de una familia de clase trabajadora inspiró el voto de María Santos, una dominicana de 69 años que reside en Washington Heights y es ciudadana de Estados Unidos desde hace 31 años.
“Kamala [Harris] es quien representa mejor las necesidades de la comunidad latina porque es una mujer humilde, que viene de abajo, muy decente y tiene mucha educación. Por eso debe ser la presidente”, dijo Santos.
El martes, Santos pasó horas repartiendo volantes y pancartas en apoyo a Harris frente al colegio electoral en la escuela pública Juan Pablo Duarte, en la W 183 St.
Los votantes de Nueva York son mayoritariamente demócratas. En las últimas 9 elecciones presidenciales, los neoyorquinos han votado por candidatos demócratas. En las elecciones de 2016, el 36,5% votó por Trump, mientras que el 59,01% votó por Hillary Clinton. El panorama cambió poco en 2020, cuando el 37,7% votó por Trump, mientras que el 60,9% votó por Joe Biden, según CNN.
Juan Ramírez es parte de esa minoría que en la ciudad de Nueva York vota por el Partido Republicano. De gorra roja y chaqueta azul, afuera del colegio donde votó, contó que se mudó hace 32 años a Estados Unidos desde República Dominicana. En su país de origen simpatiza con un partido de derecha, el Reformista Social Cristiano.
Aseguró que apoya la candidatura de Trump porque simpatiza con su propuesta para mejorar la economía del país. “Es que él [Trump] lucha mucho por la economía de este país y nosotros lo que queremos es un presidente que nos arregle la economía, que está mal”, dijo Ramírez.
La retórica anti-inmigrante
La llegada de más de 210 mil migrantes a Nueva York desde el 2022, ha exacerbado la retórica anti-inmigrante, llevando a algunos votantes a cuestionar el nivel de asistencia que el gobierno local le ha dado a los recién llegados.
Los republicanos critican la asistencia gubernamental, señalando los $1.45 mil millones en ayuda que invirtió la ciudad en el 2023 para esta población. Sin embargo, es muy posible que a futuro la contribución económica de los migrantes a nivel estatal sea casi el doble. Por ejemplo, según un análisis de Documented, en el 2021 esta población aportó $3 mil millones en impuestos en el estado de Nueva York.
Trump ha utilizado la crisis migratoria como parte de su discurso electoral. El domingo 27 de octubre en el mitin que celebró en el Madison Square Garden, en Nueva York, el candidato afirmó sin pruebas que Harris “ha importado migrantes criminales de las cárceles e instituciones psiquiátricas que vienen desde Venezuela hasta el Congo”.
Durante el mismo mitin, el comediante Tony Hinchcliffe hizo chistes polémicos acerca de los migrantes. “Yo le doy la bienvenida a los migrantes a Estados Unidos con los brazos abiertos. Y con los brazos abiertos, me refiero así”, dijo Hinchcliffe mientras decía que no con sus manos. “Estos latinos aman hacer bebés. Ellos se vienen adentro, así como lo hicieron en este país”.
Hinchcliffe también se refirió a Puerto Rico como “una isla flotante de basura”.
Esta narrativa de los migrantes como invasores ha calado en algunos neoyorquinos. Ana, una votante que vive en el sur del Bronx que no quiso dar su apellido, fue a votar a la Corte del Bronx acompañada de sus dos hijas de dos y tres años.
“Los niños recién llegados están recibiendo un cheque cada dos semanas y nosotros que vivimos aquí tenemos que sacrificarnos”, dijo la votante. “Ahora quieren quitar la escuela para los niños y todos los beneficios que han recibido y los padres siguen pagando impuestos, pero a los que llegan no les exigen nada”.
No hay evidencia de que el Departamento de Educación de Nueva York haya negado educación a estudiantes neoyorquinos para beneficiar a menores inmigrantes recién llegados.
De acuerdo al Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, a ningún estudiante se le puede preguntar su estatus migratorio para que acceda a la escuela, por lo que es imposible hacer preferencia por este factor. Según la política de ese departamento, tampoco se le puede negar la educación a los estudiantes por falta de espacio.
Otros votantes, como Nelson Dones de 68 años, están a favor de los migrantes.
“Todo el mundo aquí es inmigrante, mis padres vinieron de Puerto Rico. Nueva York tiene leyes que protegen contra la discriminación y espero que ayude a que los inmigrantes tengan papeles y un camino para que se hagan legales”, dijo Dones, quien votó en Mott Haven.
Los boricuas y el voto simulacro
Los puertorriqueños en Nueva York solo pueden optar por participar en una contienda electoral: votar por el gobernador de Puerto Rico o por el presidente de Estados Unidos. Los puertorriqueños ubicados en la Isla no pueden votar por el presidente por su condición de territorio no-incorporado de EEUU. Debido a esto, si los boricuas en Nueva York deciden participar en la elección puertorriqueña, pueden enviar el voto por correo para seleccionar al próximo gobernador de la isla en conjunto con un plebiscito simulacro en el que los ciudadanos pueden seleccionar la candidatura presidencial de su predilección.
Según publicaciones de usuarios en redes sociales, varios puertorriqueños optaron por tachar con una “X” en el rostro de ambos candidatos en la boleta simulacro, y agregar frases como “Viva Puerto Rico y Palestina Libre” y “genocida”.
Para Krystal Morales, una puertorriqueña residente de Washington Heights que radicó su voto de Puerto Rico a través de correo postal, fue una sorpresa recibir una boleta con las candidaturas de Trump y Harris.
“El voto presidencial [simulacro] es una pérdida de tiempo y papel. Es como colgarnos algo sobre la cabeza y burlarse de nosotros que no lo podemos alcanzar”, expresó Morales. “De qué vale saber la opinión del pueblo si esas papeletas todas van al zafacón después”.
Morales se refirió a Harris como “la candidata menos mala”. “Estoy de acuerdo con alguna de sus políticas domésticas, y me encuentro alineada con ella en más temas, y por eso simbólicamente voté por ella”, dijo. “Sin embargo, tanto el partido republicano como el demócrata son cómplices al genocidio en Palestina y creo que en realidad no apoyo a ninguno de los dos candidatos americanos”.
La seguridad es una de las prioridades
En el centro electoral que opera en la Escuela Pública 16 Nancy de Benedettis, en Corona, Queens, los votantes empezaron a llegar a las 6 de la mañana, antes de la salida del sol (el sol salió a las 6:34 am). En esta locación no llegaron los jurados de votación y traductores esperados, por eso, a medida que comenzó a avanzar la jornada las filas se hicieron más largas, explicó una trabajadora electoral que se identificó solo como Ruth.
Guillermo Mergara Jr., latino nacido en Estados Unidos, quién estuvo en línea para ejercer su voto durante 45 minutos, destacó que el centro electoral necesitaba más refuerzo de personal. “Considero que deben aprender de elecciones pasadas y tener personas que trabajen más rápido”, expresó Mergara, de 48 años.
Mergara dijo que uno de los temas que más tomó en consideración al momento de votar fue la necesidad de tener espacios más seguros en su comunidad.
Alberto Castro, un pastelero peruano de 56 años que es ciudadano estadounidense desde hace 23 años, ha votado en todas las elecciones con certeza en los candidatos que elige. En esta ocasión Castro tuvo dudas sobre su decisión, pero lo que lo llevó a decidir fueron los problemas de seguridad en la ciudad.
“Desde que se abrió la frontera mucha gente indeseable ha venido. Antes este era un buen barrio, muy tranquilo, pero todo se ha empeorado con la llegada de mucha gente inmigrante”, dijo Castro. “Mucha gente me dice: ‘¿cómo no estás de acuerdo con que los migrantes entres si tú fuiste inmigrante?’ Y no es que no esté de acuerdo, pero tengo miedo, hay muchos inmigrantes, no hay recursos para mantenerlos”.
Primeros votantes
En un centro de votación en la esquina la Roosevelt Avenue y la 98 St., en Queens, Skyi Velasco, una estudiante colombiana-ecuatoriana de 21 años, ejerció su derecho al voto por primera vez.
“Lo que me motivó a votar es que quiero que mi voz y la de las personas jóvenes sea escuchada”, afirmó Velasco. “Hay mucha presión hacia las nuevas generaciones, hay un ambiente de miedo”.
Otras personas que votaron por primera vez fueron las que se hicieron ciudadanas estadounidenses recientemente. Graciela Mochkofsky, una periodista argentina que lleva 11 años viviendo en Estados Unidos, votó por primera vez en esta contienda electoral junto con su esposo. (Mochkofsky es la decana de la Craig Newmark Graduate School of Journalism, escuela que publica El Deadline).
“Nosotros no nos íbamos a hacer ciudadanos originalmente, pero durante el gobierno de Trump vimos que hubo un momento en que Trump amenazó con quitar la ciudadanía a gente que se había naturalizado”, dijo Mochkofsky. “Nuestra decisión fue que si queríamos tener alguna influencia y derechos políticos teníamos que hacernos ciudadanos”.
Otro primer votante fue Alejandro Heredia, quien emigró de República Dominicana hace 30 años. Acudió a la escuela pública 132 Juan Pablo Duarte, en Washington Heights, donde otorgó su voto a Trump.
Opinó que las propuestas del candidato republicano satisfacen mejor las necesidades de los latinos que llegaron a Estados Unidos sin cruzar la frontera. También dijo que espera que Trump solucione los problemas financieros de los pensionados.
“La pensión más baja del mundo de todos los países desarrollados es Estados Unidos”, señaló Heredia.
¿Qué más votaron el martes 5 de noviembre los neoyorquinos?
En estas elecciones, las comunidades latinas que residen en Nueva York también escogieron a sus candidatos a la Cámara de Representantes y al Senado nacional; aspirantes al Senado estatal; candidatos a la Cámara de Representantes, jueces de la Corte Suprema; jueces de la Corte Civil; y aspirantes a miembros de la Asamblea estatal.
Actualmente, en la Cámara de Representantes los republicanos son mayoría, mientras que en el Senado más de la mitad de los integrantes son demócratas.
Los neoyorquinos vieron en los balotarios de votación los nombres de los candidatos a senadores clase 1, que empezaron su gestión en 2018 y tendrán que dejar sus puestos este 2024. En el Congreso federal hay tres clases de senadores. La ciudadanía escogerá a los candidatos a senadores clase 2 y clase 3 en 2026 y 2028, respectivamente. En este caso, la ganadora fue la candidata del Partido Demócrata y de Familias Trabajadoras, Kirsten E. Gillibrand.
Respecto a los candidatos a la Cámara de Representantes, el ganador fue el candidato del Partido Demócrata Ritchie Torres. Sin embargo, aún es incierto quién tendrá control sobre la Cámara de Representantes.
Los neoyorquinos también votaron por los Senadores del Estado de Nueva York. En esta contienda Luis R. Sepúlveda, del Partido Demócrata venció a la candidata republicana, Bernadette E. Stroud.