Mark Saldana, un pintor y bailarín, se ha convertido en un símbolo latino en Queens.
Por: Ilvea Lezama
Queens, Nueva York— Son las tres de la tarde del viernes, Marcos “Mark” Saldana, 27, llega a Corona Plaza usando un abrigo marrón con flecos colgantes, pantalones beige y botas vaqueras. Instala un altavoz y prepara una larga lista de canciones de cumbia sonidera, con las que dará clase a los vecinos del barrio. Se escucharán mezclas de acordeón, percusión y guitarra, eso crea el sonido animado y bailable de este ritmo. Saldana empieza con su canción favorita, ‘Pobre niña rica’, del grupo Los Kiero de Edgar Zacary. Junto a Saldana también están sus colegas de la Asociación de Vendedores Ambulantes (AVA por sus iniciales en inglés) terminando de instalar sus puestos. Todos esperan que la gente llegue poco a poco después de su jornada de trabajo.
Así mismo fue como Saldana, cuyo pronombres son él/ella, empezó su propia historia de vendedor ambulante en la avenida Roosevelt cuando tenía catorce años. En esa travesía conoció a Minerva y su esposo Issac, quienes se convirtieron en el sistema de apoyo que necesitaba en su vida y quienes lo aceptaron tal como era. Recuerda cuando trabajaba junto a ellos y lo mandaban a bailar a la salida de la estación de la línea siete para atraer más clientes a sus puestos de negocios.
Saldana se define como una persona multifacética, con sus más de cinco trabajos, incluyendo maestro de cumbia sonidera y de arte en una secundaria en Manhattan. Ha dado clases de baile en algunas universidades de la ciudad de Nueva York, estaciones de bomberos y en las oficinas de Amazon. Con el paso del tiempo se ha convertido en una figura reconocida en su comunidad donde ofrece clases gratuitas de baile los viernes y sábados.
De raíces mexicanas y orgullosamente miembro de la comunidad LGBTQ+, Saldana vive en Brooklyn pero nació y creció en Corona en el condado de Queens, donde siempre regresa. Siempre sintiéndose orgulloso de su barrio porque se ve reflejado en su comunidad. Él sacó un rato para conversar con El Deadline.
Esta entrevista fue traducida de inglés a español por el autor y condensada para mayor claridad y extensión.
Define a Mark Saldana en tres palabras.
Muy ruidoso, orgulloso y uno más, dios mío, supongo que presente.
Me encanta estar presente, con mis hermanos, con mi novio, con mis estudiantes de baile, estar presente en las fiestas con la música, especialmente cuando bailo. Esa es otra razón por la que dejé de beber mucho, porque me encanta cuando bailo en las fiestas. Me encanta sentirme uno con la música y con quienquiera que esté bailando.
Pero si, fuerte, orgulloso y presente, esas tres son mis principales porque no sería la persona gay que soy hoy, no sería el/la mexicano que soy sin esas tres palabras, con todo lo que he pasado en mi vida como violencia doméstica, el alcoholismo, la depresión, realmente tuve que seguir empujando múltiples paredes para llegar a donde estoy y priorizar quién soy y lo que hago.
Has vivido en Brooklyn hace ocho años, ¿por qué sigues regresando a Corona?
Aquí es donde crecí, este es mi barrio. Esta es la comunidad que realmente me cuidó cuando era más joven. Siempre estaba en estas calles, hay una gran conexión que siempre me hace regresar. Crecí en Junction Boulevard, lo llamamos el pequeño Times Square Mexicano, porque siempre está lleno de gente, vendedores, y tiendas. Incluso para mí como artista, como pintor que es mi carrera a tiempo completo, quiero crecer como artista en mi propia comunidad.
De todos los géneros de música mexicana, ¿por qué escogiste la cumbia sonidera para representarte?
La cumbia sonidera es algo muy poderoso, como la cultura gay. Es fuerte, me encanta, yo diría que la cumbia es liberadora. Tengo una fortaleza cuando bailo, y bailo con tantas personas que no se identifican como LGBTQ+ , pero se sienten lo suficientemente cómodos como para bailar conmigo, porque al final del día, sólo estamos bailando, siento que no hay discriminación en el baile.
¿Cuál es tu parte favorita de ser maestro de arte en la secundaria en Manhattan?
Ser profesor de arte llegó en el momento perfecto, en ese momento estaba luchando con un accidente que pudo haberme quitado la vida. Fue un evento realmente horrible, afectó mi salud mental, tuve pensamientos suicidas, estuve en rehabilitación por un tiempo, y honestamente, estos niños me salvaron la vida.
Sabes, esos niños realmente me trajeron de vuelta, me hicieron recordar quién era yo. Hay una pureza en mí, en la que solo quiero conectarme con el arte, conectarme con los niños, recordarme a mí mismo lo divertido y soñador que es crear arte.
¿Qué es lo más especial que has vivido como maestro?
Después de mi accidente trabajé con niños indocumentados y recién llegados a los Estados Unidos. Para ellos es una desconexión estar en una escuela de inglés, es una batalla. Una desconexión con sus propios amigos y maestros debido a la barrera del idioma. Muchos de los miembros del personal de mi escuela no hablaban español, así que yo era uno de los únicos profesores de arte para el programa después de la escuela que hablaba español.
Luego contrataron a mi amiga, quien es colombiana. Así que ella y yo dirigimos el programa de arte, muchos de los estudiantes que hablan español vienen a nuestra clase porque se sienten cómodos, conectamos con ellos y los escuchamos. Siempre fue impactante como cuentan sus historias de cómo cruzaron la frontera, lo cuentan como si nada y eso siempre me hace sentir muy triste. Porque creo que se desconectaron con lo que han pasado y no sienten ningún miedo. Me conecto porque esas historias son muy similares a lo que vivieron nuestros padres.
Trabajar con la comunidad es un momento de círculo completo para mí.
¿Qué tipo de impacto deseas tener en tu comunidad en el largo plazo?
Si puedo ofrecer programación local en nuestros vecindarios y hacerla gratuita, eso es lo mejor que podría hacer; es como mi misión en la vida. También, quiero recordarle a los niños(a) que ellos no tienen la culpa de ninguno de los traumas de sus familias y que sigan adelante, que hay sistemas de apoyo y que no dejen que el trauma de su familia los aleje de su verdadero yo. Realmente quiero que la gente se conecte consigo mismo y con otras personas de una manera segura y sobria.