“Siempre le digo el honor a mi apellido, el apellido que nos dio mi abuela”, conoce a Wendy Guerrero, organizadora de la Asociación de Niñeras de Carroll Gardens educando y capacitando a niñeras Latinas.

Wendy Guerrero, 33 años, dando un discurso. (Foto: Mariana Martínez Barba)

Por Mariana Martínez Barba

“Se deben de sentir orgullosas”, decía Wendy Guerrero, 33 años, organizadora con la Asociación de Niñeras de Carroll Gardens. Dirigía su mensaje a un grupo de mujeres latinas reunidas en la biblioteca pública de Brooklyn. Escuchaban atentas mientras Guerrero hablaba, listas para comenzar un nuevo capítulo en sus carreras como niñeras.

Como Guerrero, estas niñeras latinas están tomando pasos esenciales para mejorar sus oportunidades para capacitarse en el cuidado de recién nacidos. En Nueva York, hay más de 250.000 trabajadoras domésticas, de acuerdo con Marrisa Senteno, directora de la alianza nacional de trabajadoras domésticas (NDWA, por sus siglas en inglés) en Nueva York. Sin embargo, se enfrentan a desigualdades como la falta de pago, horarios impredecibles, o la capacidad de ejercer sus derechos laborales.

De acuerdo a un reporte de la NDWA, la tasa de desempleo de los trabajadores domésticos encuestados en Estados Unidos se mantuvo en 21% en marzo de este año, más alta que en cualquier momento de la segunda mitad de 2022, y más del doble de la tasa del 9% que informó no tener trabajo antes de COVID-19.

Con el incremento del teletrabajo y la falta de ahorros, muchas familias ya no tienen la necesidad de cuidados domésticos en su casa, según las niñeras. Más de la mitad de los estadounidenses (o el 51 por ciento) tenían menos de tres meses de gastos cubiertos en un fondo de emergencia de acuerdo a una encuesta de Bankrate de 2021. Igualmente, la encuesta mostró que 48% de las familias encuestadas se sentía incómodo con su nivel de ahorros.

Viendo la falta de recursos para las niñeras, en 2019 se formó la Asociación de Niñeras dentro de la Organización de Carroll Gardens, un grupo comunitario de ese vecindario de Brooklyn. Aproximadamente 50 trabajadoras domésticas iniciaron su iniciativa realizando actividades de alcance y playdates en el área. Hoy día continúan su propósito de educar, formar, y dar recursos con alcance a otras trabajadoras domésticas en toda la ciudad de Nueva York.

En este taller, las niñeras aprenderán cómo cuidar un bebe en sus primeras cuatro semanas de vida, cubriendo temas como alimentación y horarios de dormir. Guerrero y su compañera Alexandra Rodriguez, una niñera radicada en Manhattan, tuvieron la oportunidad de inaugurar esta nueva sesión de cuidado de recién nacidos, disponible por primera vez en español.

La asociación lleva desde octubre de 2022 preparando el programa. “Se ha trabajado con mucho amor y esfuerzo”, dijo Guerrero. Al final de este taller, su capacitación será reconocida por la Universidad de Cornell gracias a una alianza que tiene el grupo con la universidad. Para estas niñeras, su certificado muestra una educación valorada.

“Muchas veces, cuando damos estos talleres, hay personas que ni siquiera tuvieron una educación en su país”, compartía Guerrero, “y que lloran porque están recibiendo un diploma acá y están aprendiendo”.

Cada niñera recibía un diploma de una de las organizadoras, que ofrecía palabras de apoyo e inspiración.

Acela Perea, de 55 años, asistió al taller para expandir su conocimiento de recién nacidos. Ella lleva como niñera 10 años y sus empleadores quieren tener un bebe pronto. “Me gustó porque todas las facilitadoras se entregan y tienen experiencia. Comparten su experiencia y se ve que también ellas las han preparado”.

Guerrero explicando una actividad. (Foto: Foto: Mariana Martínez Barba)

Falta de Conocimiento

Guerrero fue impulsada por su mamá a emigrar a Nueva York de Cali, Colombia hace siete años con visa para estudiar después de trabajar con la Alianza Francesa. Viene de generaciones de mujeres que han salido adelante solas, dijo. Su abuela crió a seis hijos sola, y su madre también hizo todo para apoyar a ella y a sus dos hermanas. Dijo Guerrero, “siempre le digo el honor a mi apellido, el apellido que nos dio mi abuela”.

Luego de esa experiencia se interesó en estudiar inglés y se matriculó en cursos de capacitación académica en Queens, donde descubrió su pasión por el trabajo con los niños. Consiguió oportunidades de trabajo como niñera en línea que “no fueron muy buenas tampoco, porque no conocía al medio”.

De acuerdo a una cifra de la alianza de trabajadoras domésticas de Nueva York el ingreso anual promedio de las trabajadores domésticas es de solo $21,320. La mediana entre todos los demás trabajadores es de $51,250. Esta cifra muestra una disparidad económica en donde las niñeras no ganan lo suficiente para vivir día a día en Nueva York.

Habló de una experiencia en particular, donde a la segunda semana de trabajar con una familia solo le pagaron la mitad de su salario. Cuando preguntó, le dijo la madre de la familia que luego le pagaba su faltante. Quedaron que pasara un día por el dinero.

“Prácticamente fui como tres veces y cuando iba a la casa, no me abría la puerta ni nada”, explicó Guerrero, “entonces ya definitivamente ya no volví después”.

Por una compañera, conoció la organización de Carroll Gardens. “Comencé a tomar el entrenamiento de niñeras”, dijo Guerrero, “y obviamente ahí abrí más los ojos porque desconocía de la industria”. Aprendió de su derecho a beneficios como vacaciones o días de enfermedad.

Guerrero con una estudiante de la clase de recién nacidos. (Foto: Mariana Martínez Barba)

Educando y Empoderando

Junto con Rodriguez, Guerrero muestra a las niñeras cómo calmar a un bebé para que duerma. Las dos hablan con confianza y tranquilidad de como consultar a los padres en caso de una emergencia. Como explicaba Rodriguez, “es importantísimo que sepan que somos profesionales, que no somos cualquier cosa”. Este conocimiento no llega fácil, y requiere años de experiencia.

Guerrero se involucró con Carroll Gardens en 2019, y comenzó con un comprensivo entrenamiento de niñeras. Viendo como participaba en clase y se hacía disponible para ayudar a otras niñeras, la organizadora Doris Tapia vio potencial en Guerrero como capacitadora.

“Ella, cuando se compromete con algo, lo hace y va más allá”, compartió la organizadora Doris Tapia sobre Guerrero, “va la extra milla y eso es muy bonito ver eso en una persona”.

Previamente, Guerrero también dio una clase sobre cómo comunicarse con las familias. Para Guerrero estas conversaciones también deben empoderar a la niñera para negociar el tipo de contrato que quiera.

“Ustedes van a ser entrevistadas, pero también vas a entrevistar”, dijo Guerrero a las niñeras presentes.

Para las niñeras que no hablan bien inglés, se ofreció a revisar sus contratos, a guiarlas en revisar su oferta y ver si llega a los estándares de salario o beneficios que ellas buscan. Para Guerrero, compartir su experiencia puede empoderar a otras niñeras, y la pandemia mostró la necesidad para este tipo de educación y empoderamiento.

Un reporte de la organización internacional del trabajo, muestra que en la segunda mitad del 2020 se redujeron las horas laborales de trabajo para las trabajadoras domésticas en 45,8% globalmente.

La asociación de niñeras de Carroll Gardens ha crecido de 300 a 5,000 miembros desde la pandemia, de acuerdo con el New York Times.

“Te sacrificaste en venir y dejar ciertas cosas por dedicarte un momento a aprender. Es para que tú también estés preparada — lo quieres recibir, ese conocimiento”, explicaba Perea sobre la graduación. “Me merecí esa estrellita y me sentí satisfecha conmigo misma”.

Las graduadas de la clase de recién nacidos. (Foto: Mariana Martínez Barba)