Las Niñeras Latinas Impulsan Una Nueva Ola

Apostándole a la educación con herramientas laborales, estas trabajadoras domésticas se están reinventando en la industria del cuidado

Miembras de Carroll Garden Nanny Association participando en la marcha del día internacional del trabajo. Foto: Mariana Martínez Barba

Doris Tapia miraba a su alrededor y no podía creer que en vez de estar trabajando como niñera ese día, ella era una de las invitadas a la Casa Blanca.

“Cuando me dijeron ‘Welcome to the White House’, yo dije ‘no puede ser’ ”, recordaba Tapia, peruana de 57 años.

Ella y decenas de sus compañeras niñeras, celebraban dentro de uno de los jardines de la propiedad. Ese día, el 18 de abril de 2023, el presidente Joseph Biden anunció una orden ejecutiva que reconoce los derechos laborales de las y los trabajadores del cuidado a nivel federal.

Doris recuerda con orgullo ese día en la Casa Blanca por haber sido una de las representantes de las 14,173 niñeras registradas en la ciudad de Nueva York — 31,6% de ellas mujeres latinas, según un estudio de la alcaldía de ciudad.

“Nos costó porque siempre [las niñeras] han sido un trabajo invisible. Siempre hemos estado detrás de todo, … queremos educar a las personas de que somos unas profesionales en lo que hacemos”, dijo Tapia, quien en su recorrido en este país como madre soltera y con 22 años de experiencia como niñera dejó pasar varios atropellos para poder mantener a su única hija.

Ella recuerda varios tropiezos para llegar a ser una niñera que exige sus derechos y que ahora enseña a otras compañeras a hacer lo mismo. Tapia se desempeñaba cuidando infantes en trabajos que le imponian 60 horas semanales como interna sin derechos a días de enfermedad. Con otra familia, Tapia perdió su trabajo repentinamente porque sus empleadores temían que la hija de Tapia los contagiara de gripa. En otro trabajo, Tapia tuvo que llevarse al trabajo a su hija de ese entonces 6 años quien recién había sido despachada de la sala de emergencia por una operación de apendicitis para que sus empleadores pudieran ser los anfitriones de una barbacoa ese sábado.

Doris Tapia en el día que asistió como invitada a la Casa Blanca para presenciar el momento de la firma del presidente Biden a la acción ejecutiva enfocada en la protección de las empleadas del cuidado. Foto: Doris Tapia.

“En su momento traté de justificar [a sus empleadores] pero ahora que lo enseño, se que es un atropello”, dijo Tapia.

A pesar de que la orden ejecutiva de Biden se une a protecciones a las niñeras en Nueva York como la carta de derechos de los y las trabajadoras domésticas en el 2010 (la primera ley en el país en proteger a empleadores y empleadoras domésticas), a la ley de derechos humanos en 2021 y misma ley para la ciudad de NY del 2022, los derechos de las niñeras siguen siendo desconocidos en la industria.

La mano de obra de las niñeras, esencial para la productividad de las familias que las emplean, muchas veces está fuera de vista. Sus condiciones de trabajo carecen de un monitoreo de agentes de la ley por desempeñarse en hogares privados y sin otras compañeras de trabajo.

Encuestas a las niñeras hechas por la ciudad confirman “elevados índices de infracción” a ellas como lo son el no pago de horas extras, no gozar de ausencias remuneradas por enfermedad y el miedo a ser despedidas si usan estos permisos. El mismo reporte también advierte de la falta de acuerdos laborales, falta de documentación tributaria y de imposiciones de tareas domésticas más allá del cuidado de infantes.

En respuesta, las niñeras latinas han venido impulsando sus derechos por medio de entrenamientos y capacitaciones que ellas mismas están organizando en la ciudad. Ellas están viendo en su unión una fuerza que está trayendo cambios legislativos y sociales a la vez que creando una nueva realidad para las niñeras.

Las niñeras en el campo laboral

Las trabajadoras domésticas se estiman en 2.2 millones a nivel nacional según la Economy Policy Institute. A pesar de esto, el mismo reporte advierte que una gran proporción es pagada “debajo de la mesa” lo que dificulta tener una cifra precisa.

“Históricamente, los trabajadores domésticos fueron excluidos de muchas leyes laborales y de empleo fundamentales de los EE. UU.”, compartió Ruth Milkman en su estudio sociológico. “Aunque en las últimas décadas la mayoría de esas exclusiones se han remediado, la aplicación de las normas laborales sigue siendo inadecuada, especialmente entre los trabajadores en el hogar”, atribuyendo otra investigación de Eileen Boris y Jennifer Klein.

Trabajadoras domésticas y activistas en el día internacional del trabajo. Fotos: Mariana Martínez Barba.

Alexandra Rodríguez, de República Dominicana lleva 10 años de experiencia como niñera en Manhattan. Hasta que ella habló con otras niñeras, dudó de lo que ella sabía acerca de sus derechos.

“Cuando el conocimiento que yo tenía era tan dudoso que yo me sentía incómoda [informando] a alguien más”, explicaba Rodriguez.

Tras una serie de entrevistas con niñeras latinas, la mayoría de ellas expresó una falta de conocimiento sobre sus derechos en los comienzos de su carrera. Ellas recuerdan que empezaron en este trabajo sin saber el promedio de pago, cómo y qué negociar con los empleadores o cómo exigir días de enfermedad y vacaciones pagas.

Alma Rocha, mexicana quien dejó su carrera de licenciatura de hotelería en el 2006, llegó a Woodbury, Long Island para trabajar como niñera para una pareja quienes además de trabajo cuidando a sus dos hijos, le prometieron pagarle clases de inglés. Las clases de inglés nunca llegaron pero sí los trabajos extra.

Por $495 a la semana Rocha cuidaba unos días a los hijos de la pareja, limpiaba un apartamento de ellos en su día de descanso y cuidaba al hijo de una amiga de la familia otro día. Ella se dio cuenta que no le pagaban lo que le correspondía cuando encontró por internet otra familia que le ofrecía $500 por cuidar a tres niños. “De estar haciendo tres cosas pues, ya nada más hago una y gano lo mismo”, recordaba Rocha.

“No sabía tanto de mis derechos hasta alrededor de 2012 cuando una compañera me habló de la Alianza”, recordaba Rocha quien ahora ve su carrera de niñera como una escalada de la cual se puede decir que llegó una cumbre en el 2021 cuando se presentó por primera vez a una entrevista de trabajo con la seguridad de exigir horas extras, días libres, días de enfermedad y vacaciones.

“Yo pienso que si yo, que me involucro mucho en reuniones [de capacitaciones de niñeras] etc., de repente se me escapan [derechos] por ahí, no me quiero imaginar las chicas que de repente no tienen un CPR o que no saben que hay grupos como NALANY”, indicó Rocha.

Niñeras de Carroll Gardens Nanny Association en un taller sobre el desarrollo y cuidado de los bebés recién nacidos. Foto: Mariana Martínez Barba.

Educación para unas condiciones justas

Los programas de capacitación para las niñeras han sido la herramienta preferida por muchas de ellas para elevar su profesión y respaldar su experiencia. Las capacitaciones van desde CPR y primeros auxilios, métodos de crianza, nutrición, etc. Estos talleres, además de prepararlas en su rol, pueden ser la diferencia al momento de negociar un contrato justo.

Ante la fuerte presencia de niñeras hispano hablantes en la ciudad, las clases en español ya son incluidas en las capacitaciones. Estas se llevan a cabo en diferentes áreas de la ciudad donde las niñeras de la gran manzana se les unen niñeras latinas de Nueva Jersey y Pensilvania.

“Vimos que hay muchas niñeras inmigrantes de muchos países. Ellas quieren aprender, quieren ser profesionales” dijo Wendy Guerrero, colombiana y capacitadora de Carroll Gardens Nanny Association (CGNA), una organización enfocada en trabajadoras domésticas como las niñeras que organizan eventos para apoyar y elevar los estándares de la industria del trabajo doméstico.

Guerrero, además de ser niñera en Brooklyn, ha tomado el rol de capacitadora en CGNA desde el 2019. Ella ha entrenando a niñeras que buscan educarse en las diferentes etapas de desarrollo infantiles, así como guías en hojas de vida, sus derechos y sus obligaciones.

Enfocadas solamente en las niñeras, NALANY, Nannies Latinas de Nueva York, busca dar una imagen profesional a esta nueva ola de niñeras. Cynthia Crovetto, su fundadora, dijo que esta red de apoyo busca formalizar la imagen de las niñeras y potenciar su reputación con un servicio de calidad a los infantes y a sus familias.

Niñeras de NALANY en un taller de recién nacidos. Foto: NALANY

Estefanía Pérez lleva en NALANY desde su formación en el 2014. Ella ha notado el impacto en sus compañeras al apoyarse en situaciones difíciles.

Pérez sabía de muchas niñeras que trabajaban horas extras sin paga o que les ponían a cargo de labores domésticas. Por ejemplo, además del cuidado de los infantes, hacían la limpieza de las casas y el lavado de la ropa de toda la familia sin recibir remuneración extra. Ella atribuía esos abusos laborales a la falta de conocimiento por la falta regulaciones en la industria.

“Si la gente está preparada, si la gente sabe sus derechos, créeme que no te vas a dejar”, dijo Pérez.

La responsabilidad de las y los empleadores

Aunque las niñeras se están capacitando, ellas reconocen que sus empleadores necesitan tomar ese mismo compromiso, el de capacitarse para una relación laboral justa.

Pero no hay un perfil definido de quiénes buscan los servicios de las niñeras en la ciudad de Nueva York. La falta de datos demográficos de quienes emplean a las niñeras crea una brecha de entendimiento en esta relación laboral.

“Esa disparidad de poder se refleja en las prácticas laborales y también en la concientización de lo que es ser una empleada del hogar”, explicaba Tatiana Bejar, organizadora principal en Nueva York de Hand in Hand, una red nacional de empleadores de trabajadoras domésticas que impulsan condiciones dignas en el trabajo.

La administración de la ciudad reconoce que esta disparidad de condiciones es un problema que hay que atender. El departamento municipal de protección al consumidor y al trabajador (DCWP) creó en diciembre de 2022 un programa de mediación después de que reportes del 2018 mostraron que la mayoría de las violaciones en el sector del cuidado doméstico afectaron a mujeres de color.

En charlas con empleadores, ellos compartieron que se apoyan en grupos de Facebook, en vecinos y amistades como sus principales fuentes de información para saber sobre el proceso de contratación de una niñera, su tarifa y rutinas.

Un padre y empleador, Stephen (quien no quiso compartir su apellido), explicó que como miembro de la comunidad LGBTQ+ no tenía amistades para acudir con dudas sobre cómo contratar una niñera. Su gran referencia ha sido el grupo de Padres de Park Slope. “Todo desde artículos sobre cómo entrevistar, cómo buscar, cómo encontrar, cómo estructurar acuerdos de trabajo, cómo hacer el pago,” compartió Stephen, “era el libro de texto para mí.”

Como empleador, Stephen piensa que una niñera que se capacita y trata su trabajo como “carrera” tiene valor al momento de contratarla, “Creo que comienza con la forma en que abordan el trabajo … ¿Es esto algo que haces por dinero extra, o es una pasión a tiempo completo?”

Una antigua empleadora, Cara Lewis, comentó una perspectiva igual. “Quería a alguien que tuviera al menos cuatro años de experiencia como niñera. Si decían ‘Yo soy babysitter’, yo estaba como, ‘no, eso es muy diferente’ ”. Para cuestiones de pagos, Lewis también acudía a sus amigos y vecinos que también tenían hijos y empleaban niñeras. Así como a sus vecinos, se informaba en la tarifa promedio del área.

Sea experiencia de CPR, capacidad de cuidar a recién nacidos u organizando horarios de siestas, los empleadores reconocen el valor de esa educación en una niñera. Sin embargo, siguen ajenos a lo que implica tener una trabajadora doméstica en sus casas.

Por ejemplo, Bejar dijo que la industria del cuidado de infantes es muy particular en que la casa del empleador se convierte en la oficina de la niñera. “Por eso nuestro primer workshop se llamaba ‘Mi Casa es el Sitio de Trabajo de Alguien’ ya no es la casa donde tú puedes tener todo desordenado a tu gusto. Sino ya viene una persona a trabajar ahí”.

“Espero que cualquier empleador cree un espacio en el hogar, como el espacio físico que se siente acogedor,” dijo Stephen.

El cuidado en el futuro

Para las niñeras de la ciudad, la marcha del día internacional del trabajo celebrada en el parque de Washington Square, el primero de mayo, fue una oportunidad para manifestar sus luchas y sus logros. Ellas caminaron con paso firme anunciando que su contienda por sus derechos no va a parar.

“Nosotros vamos para arriba, no vamos para abajo… Si nosotros cultivamos eso en estos muchachos que están jóvenes para seguir nuestra labor, apoyando y que esta industria crezca” dijo Tapia, reflexionando sobre la lucha de las niñeras.

 

Tapia sabe que las siguientes generaciones observan y aprenden de su activismo — incluyendo la de su hija Samantha, 25 años, y la de las niñas que ella cuida, de 14 y 16 años.

Su hija fue una de sus alumnas en el taller de cuidado de recién nacidos y ahora es una de las preparadoras de nutrición en CGNA.

Manifestaciones en el día internacional del trabajo. Foto: Mariana Martínez Barba.

Las niñas que cuida Tapia han escrito ensayos y han hecho parte de debates en los grupos de la escuela sobre la importancia del bienestar laboral de las niñeras. Esto tras presenciar junto a Tapia la firma de la protección de los derechos de las trabajadoras domésticas en 2021.“Yo creo que ellas van a tener eso en su mente por siempre, que han sido testigos de que se firmó una ley protegiendo a una persona como yo, que trabaja en su casa, que las ha cuidado” recordaba Tapia.

Detrás de líderes como Tapia hay una comunidad que no solo la ve como una guía de este movimiento, sino un individuo ejemplar que está cambiando la imagen de la niñera.

“Estamos en buen camino”, finaliza Tapia. “Seguimos creando una generación más consciente”.