Luego de ser aprobada para un apartamento, su hija falleció. Seis años después, Nelidad Cintrón sigue esperando que la agencia la llame.

Cintrón en su hogar en Glenndale, Queens.

Cintrón en su hogar en Glenndale, Queens.

Por: Rafael Escalera Montoto

La espera parecía haber terminado. En el 2017, luego de ocho años de solicitudes, reuniones e incertidumbre, Nelidad Cintrón y su familia recibieron la noticia de que en pocas semanas podrían mudarse al apartamento del sistema de vivienda pública de la ciudad de Nueva York ( NYCHA por sus siglas en inglés) al que habían solicitado por primera vez en el 2009. 

Nelly, como le conoce su familia y nativa del pueblo montañoso de Naranjito, en Puerto Rico, tenía 65 años cuando hizo la solicitud junto a su hija Lizbeth y su nieta Ann Mary. Al recibir las buenas noticias, empacaron sus pertenencias, se prepararon para la mudanza y desalojaron su anterior apartamento.

Entonces ocurrió la primera tragedia. En los días antes de que se completaran los trámites para la mudanza, Lizbeth, quien padecía de una enfermedad estomacal, falleció. Su muerte desató una segunda tragedia: NYCHA les rescindió la aprobación de la solicitud de vivienda asequible y exigió que comenzaran nuevamente el proceso. 

Hoy, seis años después de ambas tragedias, Cintrón y su nieta siguen esperando.

Uno de los factores clave en una solicitud de vivienda de NYCHA es la composición de la familia solicitante. Es decir: ¿Cuántas personas van a ocupar la unidad? Esto ayuda a determinar la disponibilidad de unidades y acomodar a las familias de la manera más eficiente.“Para ser pareado con un apartamento disponible, es crítico que los solicitantes mantengan sus datos al día”, explicó Michael Horgan, el secretario de prensa de NYCHA.

Cuando Cintrón informó a NYCHA sobre la muerte de su hija, recibió la noticia de que este evento la descalificó para recibir el apartamento que ya le habían ofrecido en Long Island City en el condado de Queens. 

Conseguir una vivienda de NYCHA implica una variedad de requisitos y algo de suerte. Según Horgan, actualmente hay aproximadamente 240 mil personas esperando que sus solicitudes sean procesadas. La agencia otorga entre tres y cuatro mil apartamentos a residentes nuevos cada año. Dependiendo de las circunstancias del solicitante, el tiempo de espera puede variar considerablemente. A menudo toma años en la lista de espera para acceder a la vivienda. 

Nieves Padilla, representante del centro comunitario Make the Road NYC, apoyó a Cintrón en el proceso inicial y en las reuniones con la autoridad de vivienda. El proceso requiere renovación de la solicitud cada año o dos años, dependiendo el nivel de prioridad que se le haya otorgado al solicitante. Ambas, Padilla y Cintrón, aseguran que esta estuvo al día en las renovaciones anuales. Lo que Cintrón no entendía es por qué necesitaba comenzar de nuevo el proceso, si ya había estado esperando ocho años. “Dado el más reciente cambio a la composición familiar de esta solicitante, su solicitud está siendo reevaluada – lo cual es típico en situaciones de cambio de composición familiar – en anticipación de ser regresada a la lista de espera certificada”, dice Horgan.

Cintrón el día de su boda. Su marido Ricardo falleció cuando aún vivían en Puerto Rico.

Cintrón el día de su boda. Su marido Ricardo falleció cuando aún vivían en Puerto Rico.

El acceso a la vivienda asequible en Nueva York ha sido extremadamente competitivo por años. Para un apartamento podrían haber hasta 650 solicitudes. Aún así, NYCHA juega un rol clave en servir a los neoyorquinos más necesitados. Para residentes de sus desarrollos, la cantidad que pagan en alquiler es proporcional a su ingreso. Esto asegura que la vivienda se mantenga asequible. 

Según datos de la coalición nacional de vivienda de bajo ingreso (NLIHC por sus siglas en inglés), en el estado de Nueva York, un trabajador con salario mínimo necesitaría trabajar 98 horas por semana para poder pagar el alquiler de un apartamento modesto de una habitación. Para un apartamento de dos habitaciones, necesitaría trabajar 114 horas. Según NYCHA, la tasa de admisión a la vivienda asequible ha disminuido en los últimos años por varios factores, entre ellos una reducción en la rotación de apartamentos (residentes desalojando, lo cual permite que una nueva familia ocupe el domicilio). Actualmente, aprueba alrededor de la mitad de las solicitudes.

Aún así, no hay garantías de lograr mudarse a una unidad pronto. Un reto que se suma a la dificultad de obtener vivienda es el aumento en el tiempo que requiere preparar un apartamento recién desalojado para ser ocupado nuevamente. El gobierno de la ciudad no ha provisto explicaciones concretas para este aumento en el tiempo, pero citan factores como las remodelaciones que requieren muchas unidades. Según un informe publicado por la NYCHA, “el tiempo que requiere NYCHA para preparar apartamentos para ser re-ocupados aumentó al menos por el doble en el 2022… fue de 182 días al principio del 2022 hasta 399 días en enero del 2023”. Esa cifra aumentó a 412 días para diciembre del 2023.

Lizbeth con su hija Nelizbeth y su hijo Christopher. circa 1990.

Lizbeth con su hija Nelizbeth y su hijo Christopher. circa 1990.

Hoy, Cintrón tiene 80 años y no trabaja. Vive con su nieta Ann Mary, de 31, y su bisnieto, de año y medio en un apartamento en Glendale, Queens. Ann Mary y Cintrón logran pagar el apartamento con el salario de Ann Mary y los pocos ahorros de Cintrón. Aún así, es un reto mantenerlo. A pesar de la repetida correspondencia con sus concejales, no hay solución a la vista. Cintrón dice que “ya yo no creo en ninguna (concejala). Todas dicen que ya me van a llamar”. 

La espera continúa.