Mirtha Brown busca que las mujeres tengan una red de apoyo emocional, mientras navegan  el cáncer y el sistema de salud en E.E.U.U 

Brown dice que es esencial que en el grupo siempre esté presente la empatía, el respeto y la unión entre estas mujeres. Crédito: Mariana Navarrete Villegas

Brown dice que es esencial que en el grupo siempre esté presente la empatía, el respeto y la unión entre estas mujeres. Crédito: Mariana Navarrete Villegas

Por: Mariana Navarrete Villegas

Mirtha Brown está sentada con un suéter rosa que tiene impreso las palabras ‘DIVA resiliente’, un dibujo de una mujer negra y varias mariposas. Ella espera a sus compañeras que vienen desde distintos barrios de Nueva York. Se van a encontrar en un restaurante BBQ en Time Square para reunirse en otra ‘celebración de vida’. 

Esta es una reunión mensual del grupo de apoyo DIVAS, cuyo acrónimo significa mujeres  Determinantes Invencibles Vibrantes y Autosuficientes. Las DIVAS son 20 mujeres, mayormente de Centroamérica y del Caribe, que viven en Nueva York. El grupo fue creado por Brown y otras miembras de la Organización Negra Centroamericana (ONECA) en el 2013.

Brown es una inmigrante hondureña que lidera el grupo, y a quien sus compañeras llaman cariñosamente ‘DIVA Mayor’. Ella convocó a la reunión para animar a una de las miembras que tendrá pronto una intervención médica. Las reuniones a veces son en la casa de Brown en Staten Island, pero también en restaurantes, parques, o en otras casas de las DIVAS alrededor de la ciudad.

 

Al ser diagnosticada de cáncer de mama en el 2015, Brown se dio cuenta lo importante que fue crear el grupo DIVAS dos años antes. La red de mujeres le dio un apoyo emocional antes, durante y después de su enfermedad. Con el paso de los años, múltiples mujeres se han unido, la mayoría ha padecido algún tipo de cáncer o han tenido un pariente con él.

Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, el cáncer fue la principal causa de muerte entre la comunidad Latina en EE.UU en el 2022 y el cáncer de mama es el cáncer más común en las mujeres latinas. Investigadores argumentan que las diferencias en los factores socioeconómicos y culturales limitan el acceso a la atención médica y al tratamiento del cáncer, lo que contribuye al diagnóstico tardío y al aumento de las tasas de mortalidad

A diez años de su iniciativa, Brown habló con El Deadline  sobre este grupo de apoyo para mujeres migrantes afrodescendientes de Centroamérica y el Caribe. Nos cuenta cómo  enfrentan varias enfermedades crónicas como el cáncer de mama, de riñón o leucemia.

Esta conversación fue editada para mejor brevedad y claridad.

¿Qué te motivó a crear el grupo de DIVAS?

Me surgió la idea al ver muchas mujeres, como mi mamá, mi hermana y una amiga, sobrepasar su cáncer. Ellas son mi admiración. También en las reuniones de ONECA me di cuenta que había necesidad de un grupo de apoyo entre estas mujeres. Porque, cuando somos líderes  fuertes todo el tiempo: ¿con quién hablamos cuando lo necesitamos? A veces nos guardamos todo pretendiendo ser fuertes, pensando que nos hace débiles hablar de momentos difíciles que hemos pasado.

¿Cuáles son los obstáculos de navegar el cáncer en Nueva York como mujer migrante y afrodescendiente?

La información y la ayuda está ahí, con organizaciones sin fines de lucro y agencias de gobierno. Pero a veces no hay acceso para que las DIVAS las consigan. Es difícil navegar por el sistema de salud en Nueva York. Yo creo que para muchas de las DIVAS uno de los obstáculos es el lenguaje médico y no tener una persona que te pueda traducir. A veces hay términos que uno no entiende y mucha gente tiene miedo a preguntar.

Yo hablo el lenguaje y llevo aquí en los Estados Unidos desde el 75 y  pude entender un poquito más. Estaría mintiendo si digo que sí lo entendí muy bien, porque es un lenguaje médico, ajeno.

Cuando una está siendo diagnosticada, solo está viendo que al final te vas a morir o crees que te vas a morir. A mí me diagnosticaron con cáncer inflamatorio del seno. Cuando me lo vienen a explicar los doctores ya era estado tres o cuatro, que ya está para matarte. Pero aquí estoy, sobreviví, tuve suerte. 

¿Qué cree usted que les hace falta a las mujeres de su comunidad al atravesar enfermedades crónicas en Nueva York?

El apoyo emocional y no porque no haya amor, sino que a veces no hay los medios. Esta ciudad es de locos.

Las DIVAS brindando en un restaurante BBQ de Time Square Crédito: Mariana Navarrete Villegas

Las DIVAS brindando en un restaurante BBQ de Time Square Crédito: Mariana Navarrete Villegas

¿En qué consiste el sistema de apoyo DIVAS para responder a esta necesidad que menciona?

El sistema de apoyo que nosotras damos es precisamente de ayuda emocional. Nos ponemos disponibles cuando alguien va a ir al doctor. Si pides ayuda, vas a encontrar ayuda. En mi experiencia, cuando yo iba a quimioterapia nunca fui sola. Por lo menos dos o tres DIVAS iban a acompañarme. Es una hermandad. Cuando vienes al grupo siempre hay una persona con la que se puede abrir una, que está pasando tal vez por lo mismo. Si una de las DIVAS necesita servicios o cualquier información médica, la guiamos las que hemos pasado por eso.

¿Por qué piensa que es necesario comunicar el estado de salud de una misma con la familia?

El proceso de la enfermedad es más fácil cuando alguien de la familia sabe lo que tú estás pasando. 

Si tú no les diste la chance de que te quieran o que te ayuden, las familiar pueden  quedarse con un vacío, más o menos pensando cómo la pude haber ayudado o por qué no me dijo. Cuando somos diagnosticados con algo crónico no queremos que sientan lástima por uno. Es una decisión personal compartir tu diagnóstico, pero con los seres más queridos, yo creo que es muy importante.